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No regreso

  • Foto del escritor: Camila
    Camila
  • 19 jun 2018
  • 2 Min. de lectura

Algo que varias personas desean es poder retroceder el tiempo para enmendar sus errores, yo definitivamente no. Sería incapaz de ir al pasado para evitar cometer errores que actualmente tienen efectos en mi vida. 

Tomé esta decisión porque al analizar mi situación me di cuenta que sin haber vivido un trastorno alimenticio, depresión y ansiedad, yo no sería quien soy ahora. Si nunca hubiera restringido, compensado o sobre ejercitado, yo no hubiera dañado mi salud integral y por lo tanto nunca hubiera comenzado la recuperación, durante la cual he aprendido millones de cosas. 

Cuando era pequeña no me odiaba, pero tampoco me amaba. Esto se debe a que nunca me enseñaron lo que significaba "amor propio" y está bien porque en las generaciones anteriores no era un tema tan común como ahora. Gracias a la recuperación pude aprender todo lo que envuelve el amarse a uno mismo y lo esencial que es en una persona para que esta esté en equilibrio y disfrute de la vida. 

Antes de sufrir anorexia, miraba los casos de otras chicas en la televisión y decía "Están locas, eso que se ven gordas frente al espejo cuando realmente están flamélicas es mentira. No sé como pueden dejar de comer, yo nunca haría eso".  Con un golpe duro, la vida me enseñó a no juzgar. Uno no es dueño del destino y no sabe qué retos le presentará la vida.

Recuerdo que antes de ir a BOPI veía personas caminar en la calle y criticaba su cuerpo. Las sesiones de este grupo, que se basan en amor propio, me enseñaron a valorar el cuerpo de todas las personas porque cada cuerpo es único. Además nunca se tendrá el derecho de crear juicios respecto a los demás porque no sabemos sus hábitos, su historia o las situaciones difíciles por las que pasan.

Un estigma que se tiene de los psicólogos y psiquiatras es que están más "locos" que el paciente. Sin embargo durante mi recuperación me di cuenta que todos necesitamos en cierto momento acudir con un profesional de la salud mental porque en ciertos momentos de la vida no sabemos como manejar nuestros sentimientos, nuestros pensamientos nos controlaron o incluso ciertas sustancias químicas de nuestro cerebro se alteran y causan depresión. 

Gracias a los errores que me llevaron a la recuperación conocí personas extraordinarias, guerreras que me han demostrado que ganar esta batalla interna si es difícil, pero no imposible. 

Estos son algunos de los aprendizajes que obtuve al cometer errores con mi alimentación y cuerpo, no mencioné aquellos vinculados a las relaciones interpersonales, a la educación y demás. Pero es seguro que no quiero retroceder el tiempo ¿y tú?

"Nacimos para cometer errores y aprender de ellos no para fingir ser personas perfectas".-   Paulo Coelho

 Fotógrafo: Alex Lee. 

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